Una guitarra por demás desafinada, un frío alquimista que todo transforma en hielo.
Una canción que de movida esta arruinada y una autoestima ya muy adherida al suelo.
Las esperanzas guardadas en un cajón no tienen pilas, yo que mas le puedo hacer.
Por dios, que difícil que se hace componer cuando me falta tu calor.
Y me resulta imposible sacarlo de mi cabeza, un camino de ida y vuelta que termina en la cerveza, en la cerveza. Y ruego a dios que esto termine para poder ser la de antes, que no llora por los hombres y tiene siempre un amante, siempre un amante.
Ideas que vuelan pero nunca aterrizan, metáforas como cuentos sin moraleja. Desde un 5to piso esta chistándome una vieja que como yo ya se olvidó de las sonrisas.
Un verso triste que me acaban de vender y los zapatos que me aprietan. Disculpen que sea tan triste esta canción, es que no lo volveré a ver.
Y tengo miedo a equivocarme, a sufrir, ser lastimada. Equivocarme es algo humano, pero amarte es un pecado, es un pecado.
Porque conozco el calibre de tus besos, ya no me dejo asesinar por esa boca. No pongo un pelo más por vos, no tengo un peso. Mejor le cedo a otra el turno que me toca, que me toca.


























